Asombrosas cifras agrícolas y cómo lo hace este pequeño país.

Unas cifras impresionantes

Potato field

En un campo de papas cercano a la frontera con Bélgica, el agricultor holandés Jacob van den Borne está sentado en la cabina de una inmensa cosechadora ante de un panel de control digno de la nave Enterprise de Star Trek.

Medición del progreso de cada planta hasta cada papa individual, con drones

Desde su asiento, a 3 metros sobre el suelo, controla dos drones, un tractor sin conductor que se pasea por los campos y un cuadrirrotor que proporciona desde el aire lecturas detalladas sobre la química del suelo, el contenido de agua, los nutrientes y el crecimiento, midiendo el progreso de cada planta hasta cada papa individual. Las cifras de producción de Van den Borne dan fe del poder de esta «agricultura de precisión», tal y como se la conoce. La producción media global de papas por cada 0,4 hectáreas es de unas nueve toneladas. Los campos de Van Den Borne producen sistemáticamente más de 20.

Esta abundante producción resulta aún más notable cuando tenemos en cuenta la otra cara de la moneda: los recursos empleados. Hace casi dos décadas, los holandeses hicieron un pacto nacional con la agricultura sostenible bajo el lema «el doble de alimentos con la mitad de recursos». Desde el 2000, van den Borne y muchos otros agricultores han reducido su dependencia de agua en hasta un 90% para las cosechas principales. Han eliminado casi por completo el uso de pesticidas químicos en las plantas de los invernaderos, y desde 2009 los productores avícolas y ganaderos holandeses han reducido en hasta un 60% el uso de antibióticos.

Otra razón más para maravillarse: Los Países Bajos son un país pequeño y densamente poblado, con más de 405 habitantes por km² . No posee casi ninguno de los recursos tradicionalmente considerados necesarios para la agricultura a gran escala. Aun así, es el segundo mayor exportador de alimentos del mundo en términos de valor, solo por detrás de Estados Unidos, un país con una superficie 270 veces mayor. ¿Cómo lo han hecho los holandeses?

Un mosaico de campos cultivados mediante agricultura intensiva.

Vistos desde el aire, los Países Bajos no se parecen a ningún otro gigante alimentario: están conformados por un mosaico de campos cultivados mediante agricultura intensiva, la mayoría de ellos minúsculos para los estándares del negocio agrícola, salpicados por ciudades bulliciosas y barrios residenciales. En las principales regiones agrícolas del país no hay apenas campos de papas, invernaderos o granjas porcinas que no se vean desde los rascacielos, fábricas o desde la propia ciudad. Más de la mitad de la superficie del país se utiliza para la agricultura y horticultura.

Imagen de: Treat, Jason/National Geographic Creative

Laderas de lo que parecen ser colosales espejos se extienden a lo largo y ancho del campo, centelleando cada vez que sale el sol y resplandeciendo con una inquietante luz interior cuando cae la noche. Son los extraordinarios complejos de invernaderos holandeses, que pueden abarcar hasta 70 hectáreas.

Estas explotaciones de clima controlado permiten a un país ubicado a unos 1.600 kilómetros del Círculo Polar ártico ser líder mundial en la exportación de una fruta de clima cálido: el tomate. Los holandeses son también los mayores exportadores mundiales de papas y cebollas y los segundos exportadores de verduras en términos de valor. Más de un tercio de todo el comercio mundial de semillas de verduras se produce en los Países Bajos.

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